Era una mujer encantadora. A veces, cuando se ausentaba, le cuidaba el jardín. Apenas se llevaba algo de ropa y sus tulipanes, y siempre volvía con uno más. Jamás habríamos pensando que fuera a abortar, y menos aún que para abonar sus flores enterrara entre sus raices los fetos.
Juan Astral - Habitación 127 2/2
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*Segunda y última entrega de la epopeya existencial de este pícaro moderno…*
Primera parte
Sugerencia musical para la lectura
—Vamos, yo es que ...
Hace 4 años
1 comentarios:
Ufff muy duro
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