Manolo sacó del bolsillo de su
chaqueta la llave del sótano y la observó. En su cabeza salía de su cuarto
avanzando a hurtadillas hasta la escalera. Al llegar a la planta baja veía a su
padre leyendo 1Q84 de Haruki Murakami. Con mucho cuidado lo cruzaba sin alertar
a su padre. Llegaba a la altura de la puerta de la cocina y escuchaba ruido de
platos y agua cayendo. Su madre estaba fregando. Un poco más adelante se
encontraba el sótano. Abría y se colaba en su interior. El golpeo de unos
nudillos en la puerta lo sacó de su ensoñación.
Juan Astral - Habitación 127 2/2
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*Segunda y última entrega de la epopeya existencial de este pícaro moderno…*
Primera parte
Sugerencia musical para la lectura
—Vamos, yo es que ...
Hace 5 años