Título: El año de la plaga
Autor: Marc Pastor
Año: 2010
Páginas: 382
Género: Fantástica
Editorial: RBA
Encuadernación: Rústica con solapas
Sinopsis (tomada de la página de RBA): Últimamente, a Víctor Negro le duele mucho la cabeza. Su novia le ha dejado y no se ve capaz de superarlo. Es un agosto bochornoso en Barcelona, pero él no tiene vacaciones. Las compañeras de trabajo de este asistente social que se dedica a la atención a la tercera edad están empeñadas en buscarle una nueva compañía femenina, y él las deja hacer con resignación. Todo transcurre lentamente, entre la migraña, el desamor y el calor estival, hasta que una oleada de suicidios de ancianos dispara todas las alarmas. (He abreviado para que la misma sipnosis no destripe en demasía la obra.)
De seguida, apenas consumidas las primeras páginas de este "El año de la plaga", se advierte que el narrador de la historia, Víctor Negro (coordinador de asistentes sociales de profesión, y friki de devoción) es un tipo nada corriente y mucho menos aburrido. Todavía herido por la no muy lejana ruptura con Irene Corvo, la mujer de su vida y sus sueños, vierte toda su rabia en unas frases agudas y mordaces, plagadas de unas comparaciones chispeantes. Hay muchos momentos en que uno llega al borde de la risa con las ocurrencias que tiene a cada paso o ante las más variopintas situaciones.
Compendio de una cultura mayúscula, Marc Pastor permite que su protagonista sazone cada comentario con una referencia musical o cinematográfica. Cierto es que es posible que los lectores menos versados o incluso los más jóvenes (es ideal para los que vivimos los ochente y los noventa intensamente) se pierdan un buen número de guiños, que de pronto te retrotaen a una película o a una música en concreto. Yo por lo menos me lo he pasado en grande descubriendo cada referencia. Innecesario sería hablar aquí del evidente homenaje que el autor barcelonés hace de " Los ladrones de cuerpos" de Jack Finney.
Asediado por los distintos chismes y comentarios de sus omapeñras de trabajo, que le instan a buscar una nueva pareja, Víctor accede a quedar con Dolors, una joven apasionada de la música y con la que empatiza en seguida. O por lo menos aparentemente. Esto le hará cobrar una nueva ilsuión. Al mismo tiempo que se desarrolla esta historia de amor y desamor (que atormenta al protagonista y que dará más de un giro) comienzan los primeros suicidos. A priori nada explica la obsesión de los ancianos, en primer lugar, por quitarse la vida. Sólo diré que, como ya sabéis, al final todo guarda relación con cierta planta muy común en nuestras cuidades.
El estilo de Marc Pastor fluye y se hace cercano a los protagonistas y a los lectores. Demustra que es un escritor con muchas tablas. Amén de los distintos chistes, muchas veces usa metáforas y comparaciones de fuste, eso sí, en su justa medida. Es un libro de rápida y amena lectura. No hay que hacer el más mínimo esfuerzo, guiados por Víctor y sus distintas neuras. Rápidamente nadie será de fiar, máxime cuantos todos empiecen a manifestar que sus hijos no son sus hijos, ni sus padres son sus padres.
Una obra altamente recomendable para los aficionados al género y a los que no lo son.
Una obra altamente recomendable para los aficionados al género y a los que no lo son.
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