Bajo la atenta mirada de dos buitres negros que compartían rama en un alcornoque, el anciano recorría el monte con una sonrisa en los labios. Jamás pensó que él y sus habitantes le sobrevivirían, y que llegaría a verlo más hermoso y poblado que nunca. Jamás que, cuando la desforentación empezó a hacerse presente, despertaría la conciencia del mundo.
*Micro seleccionado para la ecoagenda 2011 de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía.
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