domingo, 30 de mayo de 2010

Mujeres Perfectas



El agua marina juguetea con mis pies;

acaricia, mima, desgarra.

Mi alma es pura y compleja,

mi voz apacigua,

mi ser te escucha.

Ahora ¡escúchame tú!,

quiero dejar de gritar.

Anhelo, exijo, suplico,

ser tenida en cuenta es mi sino,

amada y consolada.

Mi ausencia no es vana,

pues ni atiende, ni engendra.


2 comentarios:

María (LadyLuna) dijo...

Me gusta. Ya lo he leído 3 veces.

Eva dijo...

Pues me alegra mucho que te guste! :D

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