El agua marina juguetea con mis pies;
acaricia, mima, desgarra.
Mi alma es pura y compleja,
mi voz apacigua,
mi ser te escucha.
Ahora ¡escúchame tú!,
quiero dejar de gritar.
Anhelo, exijo, suplico,
ser tenida en cuenta es mi sino,
amada y consolada.
Mi ausencia no es vana,
pues ni atiende, ni engendra.
2 comentarios:
Me gusta. Ya lo he leído 3 veces.
Pues me alegra mucho que te guste! :D
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