Uno de los tesoros que conservo del reciente encuentro de literatura en Dos Hermanas es un pequeño libro, de portada “cómica” que no divertida, firmado por el autor y por el verdadero protagonista, mi nuevo ídolo, una verdadera inspiración “Paquito”.
Lo terrible de los relatos de súper héroes es el sabor de boca final; el duro golpe contra la realidad que te llevas al darte cuenta de que todo aquello es mentira, de que no existe ese “humano” dotado de poderes, dinero y fama que acuda cuando más lo necesitas; además está aquello de que a no ser que el mundo esté a punto de explotar o ser destruido por un bicho gigantesco (varias cabezas, manos, pies, ojos y colmillos afilados de acero) no aparece. Sin embargo, para salvarnos de verdad, para salvar nuestras almas perdidas cegadas por la absurda esperanza de la aparición de un tal súperman anticrisis, llega Capitán Nadie; el auténtico antihéroe, dotado de suerte, bondad, inconformismo, vitalidad, optimismo... todo en la justa medida para ser admirado cuando apenas llevas un par de párrafos leídos de su historia.
No necesitamos la tela de araña de Spiderman, ni los sofisticados artefactos de Batman, ni el radar de Daredevil, ni la fiereza de Catwoman; para sentirnos seguros lo que necesitamos son muchos Capitán(es) Nadie(s), que nos pongan en nuestro sitio y den ejemplo a los más pequeños. Es genuinamente heroico sin querer serlo y eso lo hace más interesante a mis ojos.
En cuanto a la historia que se cuenta, teniendo en cuanta que lo más importante del libro es que sienta las bases (circunstancias) que convierten a Paquito en Capitán Nadie, es redonda por su sencillez y buen acabado. De corte infantil pero sin caer en absurdos modismos, directo y reflexivo, con personajes tan auténticos como Salvador o Fede, y momentos tan cotidianos y sublimes como las conversaciones y situaciones entre Paquito y su madre.
Novela corta, más que recomendable en estos momentos de crisis y depresiones para devolvernos los que deberían ser siempre los verdaderos valores, para recordarnos lo importante que es la generosidad y la humildad, para no perdernos cuando las cosas se ponen un poco feas, porque siempre que nos dejemos guiar por los principios del Capitán Nadie podremos contra cualquier obstáculo. ¡Busca el Paquito que hay en ti!
Gracias a Jose Mª Carrasco, autor del libro, por este subidón de optimismo y vitalidad.
Estoy deseando tener el segundo en mis manos.
1 comentarios:
De vez en cuando, alguien habla de "Capitán Nadie" y sonrío al constatar que el mensaje que intenté entreverar en sus entrañas de papel y tinta, ha llegado. Qué reseña tan bonita. Gracias de corazón, Eva. Realmente has estado con Paquito y sus amigos.
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