El orondo búho al que todos llamaban “Palabras” era el guardián de la memoria. Cuando abría su pico, todos se apelotonaban junto a su árbol para escuchar mejor. Muchos decían que sus “cuentos” de un bosque que triplicaba el actual, eran la muestra de que chocheaba; pero los más viejos, los que también recordaban… esos lloraban.
Micro publicado en las Ecoagendas de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía 2011)
2 comentarios:
Un micro cargado de fondo, solo puedo añadir que no hay dolor mas grande que juntar los recuerdos y el olvido, cuando sabes que la cura es no recordar, que lo has olvidado.
Un saludo del Bardo
Buena reflexion bardo, efectivamente a veces nada provoca tanto dolor como el recuerdo.
Un saludo compañero.
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