miércoles, 22 de junio de 2011

La sombra de la higuera.


Los pescadores evitaban ese lugar, allí donde el riachuelo hacía un meandro rodeando una frondosa higuera, allí nunca nadie pescó nada. Era un sitio perfecto, pero cuantos lo intentaron volvieron con las manos vacías. Ni carpas, ni barbos, ni percas. ¿Que agitaba las aguas?… Quizás era el refugio, del último esturión salvaje de Andalucía.


Micro originariamente pensado para las Ecoagendas de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía 2011)

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