Echemos un vistazo a la que muchos señalan como mejor obra de J. M. Coetzee, autor sudafricano que en 2003 paseó por Estocolmo la medalla de oro con la efigie de Alfred Nobel brotando del anverso.
“Cada persona es un mundo”, reza una máxima por todos conocida; “cada autor es un mundo”, se podría extrapolar -se habrá hecho en multitud de ocasiones-. Pero como siempre suele pasar -al menos nos pasa a algunos- ha de ser la experiencia de lo extremo la que nos enseñe la verdad que se esconde tras aforismos como el arriba reseñado. Eso ha sido la lectura de esta novela, un paseo por el mundo de Coetzee, un mundo nuevo para el que suscribe; realmente nuevo.Y en espera de futuras visitas a ese lugar, de nuevas visiones reveladoras, asomos a través de una perspectiva sin duda especial, quedo con la sincera impresión de haber descubierto un rincón singular donde dar cobijo a mis ansias de maravilla. Ha sido una intensa experiencia para mí el presenciar cómo la realidad brota de estas líneas; pura, sin la más leve mácula de artificio, auténtica, inexorable en sus azares, exacta. Después de leer la novela, creo que no mentiría quien dijera que ha vivido unos meses dentro del profesor David Lurie; ni más ni menos.
Autor: John Maxwell Coetzee (1940) nació en Ciudad del Cabo y se crió en Sudáfrica y Estados Unidos. Es profesor de literatura en la Universidad de Ciudad del Cabo, traductor, lingüista, crítico literario y, sin duda, uno de los escritores más importantes y galardonados que ha dado Sudáfrica en estos últimos años. Premio Nobel de Literatura en 2003, en 1974 publicó su primera novela, Dusklands. Le siguieron En medio de ninguna parte (1977), con la que ganó el CNA, el primer premio literario de las letras sudafricanas; Esperando a los bárbaros (1980), también premiada con el CNA; Vida y época de Michael K. (1983), que le reportó su primer Broker Prize y el Prix Étanger Femina; Foe (1986); La edad del hierro (1990); El maestro de Petersburgo (1994); Desgracia (1999), que le valió un segundo Broker Prize, el premio más prestigioso de la literatura en inglés; Infancia (2000); Juventud (2002). También le han sido concedidos el Jerusalem Prize y The Irish Times International Fiction Prize. En España ha sido galardonado con el Premi Libreter 2003.
Sinopsis: A los cincuenta y dos años, David Lurie tiene poco de lo que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas, apaciguar el deseo es su única aspiración; sus clases en la universidad son un mero trámite para él y para los estudiantes. Cuando se destapa su relación con una alumna, David, en un acto de soberbia, preferirá renunciar a su puesto antes que disculparse en público. Rechazado por todos, abandona Ciudad del Cabo y va a visitar la granja de su hija Lucy.Allí, en una sociedad donde los códigos de comportamiento, sean de blancos o de negros, han cambiado; donde el idioma es una herramienta viciada que no sirve en este mundo naciente, David verá hacerse añicos todas sus creencias en una tarde de violencia implacable.
Edición: Desgracia, ediciones Debolsillo, colección Coetzee.Traducción de Miguel Martínez-Lage, edición de bolsillo, 271 páginas.ISBN: 84-9759-944-6
Conclusión: Desgracia es un frío baño de realidad al que el lector es invitado a entrar con suavidad para luego verse atrapado sin remedio. Elegante, precisa, despojada de todo añadido que pueda enturbiar nuestra visión, la prosa de Coetzee nos introduce dentro de David Lurie y nos hace acompañarle a su particular viaje a los infiernos, sin miramientos, sin pudor, sin escondernos nada.
Desde la comodidad de una vida rutinariamente placentera, parapetado tras su erudición y su solvencia económica, creyéndose centro de un universo que gira en torno a él, acompañamos al protagonista hasta ese punto sin retorno donde sólo la resignación queda como respuesta posible ante una realidad, la de la Sudáfrica actual, que ha cambiado y que exige el acatamiento de sus nuevas normas a los seres que la pueblan. Se desnudan los personajes, se destapa el entorno, se eviscera la realidad para mostrarnos con total crudeza algunos de los tumores que se esconden en su interior y después, sobre unos seres obligados a despojarse de todo lo que no sea acatar la vida tal y como es, se sutura la herida en espera de que el tiempo la convierta en una cicatriz oculta entre los pliegues de la piel. Novela de personajes profundos, reales, que dan una primera impresión familiar y reconocible para más tarde revelarse complejos enigmas, extraños cúmulos de sensaciones, experiencias e ilusiones; como las personas de carne y hueso.En resumen, una novela “de obligada lectura”, en especial para aquellos que aún no hayan leído a este autor sudafricano y que deseen probar una nueva y maravillosa experiencia literaria. Eso sí, al que sólo le guste la literatura de evasión… mejor que no se acerque a Coetzee.
“Cada persona es un mundo”, reza una máxima por todos conocida; “cada autor es un mundo”, se podría extrapolar -se habrá hecho en multitud de ocasiones-. Pero como siempre suele pasar -al menos nos pasa a algunos- ha de ser la experiencia de lo extremo la que nos enseñe la verdad que se esconde tras aforismos como el arriba reseñado. Eso ha sido la lectura de esta novela, un paseo por el mundo de Coetzee, un mundo nuevo para el que suscribe; realmente nuevo.Y en espera de futuras visitas a ese lugar, de nuevas visiones reveladoras, asomos a través de una perspectiva sin duda especial, quedo con la sincera impresión de haber descubierto un rincón singular donde dar cobijo a mis ansias de maravilla. Ha sido una intensa experiencia para mí el presenciar cómo la realidad brota de estas líneas; pura, sin la más leve mácula de artificio, auténtica, inexorable en sus azares, exacta. Después de leer la novela, creo que no mentiría quien dijera que ha vivido unos meses dentro del profesor David Lurie; ni más ni menos.
Autor: John Maxwell Coetzee (1940) nació en Ciudad del Cabo y se crió en Sudáfrica y Estados Unidos. Es profesor de literatura en la Universidad de Ciudad del Cabo, traductor, lingüista, crítico literario y, sin duda, uno de los escritores más importantes y galardonados que ha dado Sudáfrica en estos últimos años. Premio Nobel de Literatura en 2003, en 1974 publicó su primera novela, Dusklands. Le siguieron En medio de ninguna parte (1977), con la que ganó el CNA, el primer premio literario de las letras sudafricanas; Esperando a los bárbaros (1980), también premiada con el CNA; Vida y época de Michael K. (1983), que le reportó su primer Broker Prize y el Prix Étanger Femina; Foe (1986); La edad del hierro (1990); El maestro de Petersburgo (1994); Desgracia (1999), que le valió un segundo Broker Prize, el premio más prestigioso de la literatura en inglés; Infancia (2000); Juventud (2002). También le han sido concedidos el Jerusalem Prize y The Irish Times International Fiction Prize. En España ha sido galardonado con el Premi Libreter 2003.
Sinopsis: A los cincuenta y dos años, David Lurie tiene poco de lo que enorgullecerse. Con dos divorcios a sus espaldas, apaciguar el deseo es su única aspiración; sus clases en la universidad son un mero trámite para él y para los estudiantes. Cuando se destapa su relación con una alumna, David, en un acto de soberbia, preferirá renunciar a su puesto antes que disculparse en público. Rechazado por todos, abandona Ciudad del Cabo y va a visitar la granja de su hija Lucy.Allí, en una sociedad donde los códigos de comportamiento, sean de blancos o de negros, han cambiado; donde el idioma es una herramienta viciada que no sirve en este mundo naciente, David verá hacerse añicos todas sus creencias en una tarde de violencia implacable.
Edición: Desgracia, ediciones Debolsillo, colección Coetzee.Traducción de Miguel Martínez-Lage, edición de bolsillo, 271 páginas.ISBN: 84-9759-944-6
Conclusión: Desgracia es un frío baño de realidad al que el lector es invitado a entrar con suavidad para luego verse atrapado sin remedio. Elegante, precisa, despojada de todo añadido que pueda enturbiar nuestra visión, la prosa de Coetzee nos introduce dentro de David Lurie y nos hace acompañarle a su particular viaje a los infiernos, sin miramientos, sin pudor, sin escondernos nada.
Desde la comodidad de una vida rutinariamente placentera, parapetado tras su erudición y su solvencia económica, creyéndose centro de un universo que gira en torno a él, acompañamos al protagonista hasta ese punto sin retorno donde sólo la resignación queda como respuesta posible ante una realidad, la de la Sudáfrica actual, que ha cambiado y que exige el acatamiento de sus nuevas normas a los seres que la pueblan. Se desnudan los personajes, se destapa el entorno, se eviscera la realidad para mostrarnos con total crudeza algunos de los tumores que se esconden en su interior y después, sobre unos seres obligados a despojarse de todo lo que no sea acatar la vida tal y como es, se sutura la herida en espera de que el tiempo la convierta en una cicatriz oculta entre los pliegues de la piel. Novela de personajes profundos, reales, que dan una primera impresión familiar y reconocible para más tarde revelarse complejos enigmas, extraños cúmulos de sensaciones, experiencias e ilusiones; como las personas de carne y hueso.En resumen, una novela “de obligada lectura”, en especial para aquellos que aún no hayan leído a este autor sudafricano y que deseen probar una nueva y maravillosa experiencia literaria. Eso sí, al que sólo le guste la literatura de evasión… mejor que no se acerque a Coetzee.
Autor: Manuel Mije (Canijo)
Correo electronico: perring255(arroba)hotmail.com
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