Presentación Tenebrae en la Biblioteca de Dos Hermanas

Halloween, día de disfraces, de sustos, de pelis de terror y trucos o tratos. ¿Y qué mejor plan, que acudir a la biblioteca de Dos Hermanas para la presentación del libro Tenebrae? Pues sí, allí estuvimos. No hizo falta más que una buena mesa, larga (para que cupieran todos ellos), unas sillas, y unos cuantos libros juguetones (para mí que están vivos, porque no pararon de moverse en todo el tiempo que estuve por allí). Tenebrae, es un libro de relatos cortos de terror o de fantasía oscura, a los que ellos han denominado género Fosco.

La presentación se convirtió en una charla coloquio sobre el terror en la literatura y en el cine, con sus semejanzas y diferencias, con sus dificultades, creando un ambiente ameno, interesante e interactivo. El tema que más me llamó la atención, fue el de cómo crear terror en la literatura.


Personalmente, me gusta leer terror, no verlo en cine porque soy muy impresionable (sinónimo de miedica compulsiva), pero sí leerlo. Sin embargo, aún no he encontrado un libro con el que realmente me asuste. Así que cuando empezaron a relatar las dificultades con las que se encontraba un escritor de terror, me sentí abducida por el tema.


Es cierto, el cine se vale de muchas cosas, sobre todo y es evidente, de las imágenes. También juegan con la velocidad de la cámara para dar sustos, la iluminación y sobre todo de la música, ruidos y sonidos ambientes. Sin embargo.. ¿con qué cuenta el escritor? Tan solo con la palabra, y para más inri escrita.


Creo que el terror en los libros depende mucho de los miedos y las fobias de los lectores. Hay libros que sin ser de terror a mi me ponen los pelos como escarpias, y son, por ejemplo, los que usan elementos paranormales como los espíritus. Buffs... Me pongo a mirar por encima del hombro y no paro!!!


Hay elementos que se usan muy a menudo para inspirar terror, y supongo que a fuerzas de usarlos, nos hemos convertidos en inmunes, más o menos, en mi caso, menos, porque sigo saltando y gritando por cualquiera de estos elementos. Por ejemplo, los niños. Los niños son maravillosos, dulces, tiernos.. pero... en el cine, vestidos de cierta manera, y en un ambiente determinado, acongojan bastante. Recuerdo al niño del Resplandor hablando con su propio dedo en voz baja, las niñas gemelas en el pasillo en la misma película; los niños que salían en el Orfanato, los del Guardián entre el centeno, la niña de Poltergeist, la del Exorcista...


Otro elemento, son los espejos. Juegan con los reflejos, apariciones, sobresaltos... cada vez que estoy viendo una peli de terror y aparece el protagonista en el baño, cierro los ojos puesto que ya se lo que viene. Y en el mismo baño, la bañera es otro elemento acongojante. Vamos, que si lo pensáramos bien, no iríamos nunca al baño por muchas necesidades que tuviéramos.

Pero claro, si careces de todo lo que el cine posee, ¿cómo sobresaltas al lector?
Creo que la trama tiene una gran importancia, pero evidentemente, lo que aquí prevalece es la capacidad de narración del autor. No en vano, la gran mayoría de las películas arriba comentadas, vienen de la literatura, son adaptaciones. Pero sigo diciendo, que a pesar de ser "lo mismo" (sin llegar a serlo, porque hay algunas adaptaciones que ni en el blanco de los ojos), he logrado leer el Exorcista, pero no he logrado verla nunca en la pantalla.

Además de todo lo comentado anteriormente, se habló de la escritura, de cómo enfrentarse a un folio en blanco, en cómo salir de una crisis o parón literario (interesantes puntos de vista, oigan :p)….

Me pasa algo curioso cuando voy a este tipo de charlas. Me dan unas ganas tremendas de ponerme a escribir. Parece todo tan fácil, tan mágico, tan único, que sales pensando tan solo, en un bolígrafo y un papel en blanco, para enfrentarte a esos fantasmas de los que tanto han hablado en la charla. Suerte que al cuarto de hora, se me ha pasado la fiebre escritora, que si no, más de uno se iba a reír con mis escritos.