En estos días, me he visto sorprendido por la noticia de que un tiburón atacó y mató a una turista alemana de 70 años en el mar Rojo. En principio, siempre pienso que los tiburones están en su ambiente y si nosotros vamos allí lo hacemos por nuestra cuenta y riesgo. Pero, puesto que mi afición favorita es el buceo, y puesto que he buceado más de cincuenta veces en aguas del mar Rojo, además de que he estado buceando en ese mismo lugar Naama Bay, me sentí picado a seguir investigando.
Lo siguiente que descubrí fue que la semana anterior, hubo otros cuatro turistas atacados por un tiburón en aguas de Sharm. Tres rusos y un ucraniano, las nacionalidades no me sorprendieron por que cualquiera que visite la zona verá mucho rubio de piel blanca. Pero, tantos ataques en tan poco tiempo me resultó más que sorprendente, completamente increíble.
Conozco personalmente la zona y se que ver grandes tiburones allí es muy difícil, cinco ataques en menos de diez días y todos con daños graves o incluso mortales era alucinante. Sabiendo, puesto que así lo decían los Centros de buceo de la zona, que hacía al menos diez años que no se veía a ningún tiburón por allí. Y eso teniendo en cuenta, que se refieren a los “puntas blancas de arrecife” que son demasiado pequeños para arrancar brazos o piernas como sucedió en los ataques.
También leí, que entre los cuatro ataques con heridos y el último mortal, las autoridades habían capturado a dos tiburones a los que culpaban de los ataques y volvieron a permitir el baño. En algunos foros, varios expertos decían analizando las fotos de su dentadura que no eran el agresor. De nuevo me sentía perplejo, en una zona en la que raras veces se ven grandes tiburones, se atrapan dos y las pruebas demuestran que al menos había otro, seguramente mayor que ellos.
Recapitulando, en un lugar considerado hasta hace poco muy seguro, una mujer de 48 años, perdió el antebrazo derecho; a otra turista de 70 años el escualo le amputó parte de la pierna y brazo derechos; mientras que a un hombre de 54 años le tuvieron que amputar el brazo izquierdo en el quirófano. El cuarto herido, un ucraniano de 49 años, llegó al hospital con heridas leves y varios desgarros en la piel de la rodilla. La quinta, la turista alemana, murió inmediatamente después de que un tiburón le amputara el brazo.
Seguí buscando información, para tratar de comprender lo que podía haber pasado para que los tiburones cambiasen su comportamiento en esas aguas de un modo tan radical y peligroso para los humanos. Leyendo varios foros, llegué a la misma conclusión que varios expertos: Algunos creen que el tiburón asesino había sido atraído hasta la zona después de que el ganado y ovejas que se habían traído para la Fiesta del Sacrificio musulmana - también llamada Eid al-Adh - del mes pasado murieran durante la travesía y fuesen arrojados por la borda. Me resultó muy razonable que si se arrojan muchos cadáveres de carneros en una zona, éstos atraerán a los tiburones. De hecho, es bien conocido, que cuando los tiburones comen hasta hartarse, no necesitan volver a comer en un mes. En mi modesta opinión, los hombres atrajeron a los tiburones a la zona con la comida que arrojaron el mes anterior y cuando los escualos volvieron a tener hambre, la única presa grande disponible eran los turistas.
Finalmente, descubrí una carta a la que creo que no se le ha dado toda la difusión que se merece.
Carta abierta de HEPCA Para todos los Guías de Buceo en el Mar Rojo de Egipto.
La mayoría de ustedes son conscientes de la muerte de la snorkeler en St. Johns por un tiburón puntas blancas oceánico (Carcharhinus longimanus) a principios de este mes. La muerte fue especialmente trágica, ya que podría haberse evitado si los clientes tras los ataques previos, hubiesen dejado de bucear. Permitiendo a los clientes hacer snorkel en St. Johns y otras Islas lejanas, sobre todo cuando se constata la presencia de longimanus C., es muy poco profesional. No sólo los huéspedes corren el riesgos de lesiones, esa acción le da al conjunto de la industria de buceo del Mar Rojo una mala reputación. Desde la muerte de la snorkeler, guías de buceo han informado de que algunos C. longimanus en Islas apartadas, se están mostrando excesivamente curiosos o incluso del comportamiento agresivo hacia ellos, mientras que buceaban. Esto incluye los tiburones cerca de la superficie moviéndose rápidamente hacia los buzos a 30 m. Otros han informado de que les golpearon, rozaron sus tanques y tiburones nadando muy cerca de ellos y sus invitados. Puede haber varias razones por las cuales estos animales se comportan de esta manera. Podría ser debido a las acciones ilegales de algunos buzos que hayan estado alimentando en estas zonas o la tripulación de los barcos les cebó. Como alternativa, o en combinación con, puede ser debido a causas naturales estacionales relacionados con la reproducción o la presencia de presas naturales. Sea cual sea el motivo(s), instamos a los guías a ser especialmente vigilantes cuando buceen en las zonas en que C. longimanus se ha tropezado. A la luz de esta información reciente, hemos ampliado nuestra anterior lista de recomendaciones a la hora de tomar los huéspedes a las zonas en que esta especie es comúnmente encontrado. La anterior y las nuevas recomendaciones son las siguientes:
• No nadar y bucear en las aguas en que esta y otras especies de grandes tiburones son conocidos como visitantes frecuentes.
• No alimentar deliberadamente a esta especie, o evitar el vertido de los residuos de los barcos que puedan atraer a este y a otros potencialmente peligrosos tiburones (ambas actividades son ilegales en aguas de Egipto)
• No bucear sin un guía con experiencia de buceo en las aguas en que esta especie se conoce que frecuenta.
• En áreas tales como Islas lejanas, donde esta especie se observó con frecuencia, es aconsejable que los buzos entren (y que se recuperan de) el agua lo más cerca posible de los arrecifes.
• En áreas tales como Islas lejanas, es ilegal a participar en todas las actividades de buceo nocturno.
• Bucear en grupos y mantenerse juntos.
• Dos guías de buceo deben acompañar a cada grupo.
• Los buzos deben salir del agua inmediatamente si los tiburones muestran signos de agresión, tales como empujar a los buzos, o se desplazan rápidamente hacia ellos.
• Informe a HEPCA de los incidentes de comportamiento agresivo de estos animales a los buceadores.
• Informe a HEPCA los nombres de los buques cuya tripulación o buceadores se han observado ofreciendo alimentación o cebo a los tiburones.
Hasta hace poco, la industria de buceo del Mar Rojo tuvo un impresionante historial de seguridad en la introducción de los buceadores a uno de los más grandes y de gran alcance depredadores del planeta. Con su ayuda queremos reconstruir ese registro. Para obtener más información de esta especie en el Mar Rojo de Egipto vaya a: http://www.longimanus.info/species-info.
HEPCA son las siglas de Hurghada Environmental Protection and Conservation Association, es una O.N.G. que vela por la conservación del mar Rojo. Si tienes algún amigo, loco por el buceo como yo infórmale, porque al igual que yo, seguro que continuará con su afición.
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