―Dame cuatro motivos para continuar.
Su voz sonó firme y clara, plenamente consciente de que era el dueño de la situación.
Los ojos de ella lo miraron suplicantes como si sus ganas hubieran diluido todas las fronteras entre lo debido y lo prohibido, entre el deseo y la pura necesidad.
Se mordió el labio inferior mientras sus temblorosas manos acariciaban el torso desnudo. Su mirada buscó los ojos que con promesas lascivas intentaban demorar el momento.
―¿Cuatro motivos? ―dijo poniéndose de pie y obligándolo a ponerse de rodillas―. Sólo necesitas uno ―ahora era su cabeza la que estaba a la altura adecuada y ella le sonrió triunfante―. He pagado por adelantado.
4 comentarios:
Muy bueno, ya todo cambia y no es lo que parece. Todos podemos estar en todas las situaciones ¿no?
Un saludo indio
Eso parece XDDDD
¿A quién se le ocurre pagar por adelantado? jajajaja
Lista que era XDD así se aguraba que el producto diera la talla jajajajaja
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