martes, 5 de mayo de 2009

Criticar por criticar

Hay una táctica muy útil que yo utilizo a menudo. Es la táctica del encantador. Si la explico, me delato. Si me delato, se puede pensar de mí como una persona falsa.


Me arriesgo.


Cuando se me pregunta por alguien, más o menos cercano, amigo, compañero de trabajo, familiar o simplemente conocido, me impongo en lo posible llevar la respuesta al término del:


-Es encantador/a.


Casi siempre hay un motivo para decirlo de alguien. Que es encantador. Seguro que hay muchas razones para decir todo lo contrario. Pero no se gana nada.


En esta vida que vivimos tan compleja, hay mil argumentos para descalificar. El reproche es sencillo.


Tal vez, quien esto lea, no confiará en mí cuando comente de alguien que es encantador, pero lo diré de corazón.


Desperdiciamos tanta energía en decir lo mal que lo hacen los demás, lo tacaño que es éste, lo engreído que es el otro, lo poco de fiar que es Fulanita, la mala leche que transmite Menganito, lo falso, lo imbécil, la maldad que tiene, lo convenido que es…


Es bueno contar hasta diez antes de criticar. Mirar a quien nos pregunta y ver qué hay en él o en mí que nos haga libres de críticas.


Cuando de alguien dices que es ‘encantador’ ocurren varios fenómenos positivos al mismo tiempo:


-Se corta el círculo del ‘despelleje’


-Das una lección a quien desea el ‘destrozo’


-Echas un cable a la persona de quien se habla


-Transmites buen rollo


No es difícil. Simplemente contar hasta diez, hasta veinte si es necesario, pensar en esa persona con los ojos con que nos gustaría que se nos viese, con los ojos humanos de quien ve a otro ser humano imperfecto del que piensa que, a pesar de todo, es encantador.


Eso sí, como leí en una entrevista a una juez, en este mundo hay gente buena buenísima y mala malísima.


Para los últimos, ni agua.




3 comentarios:

Sharly dijo...

Un buen relato que deja un buen sabor. En mi caso además un regusto cercano, me has recordado a mi madre. Ella cada vez que conoce a un recien nacido feo, siempre dice: ¡Que gracioso!
Como siempre es un placer leerte Salva. ;)

Nogales dijo...

Estoy de acuerdo contigo Salva, creo que la caña gratuita que algunos utilizan está de más, porque así puedes ir con una idea equívoca de la persona a la que vas a conocer, aunque claro, cada uno tiene su criterio.

Bueno Salva, me gustó lo que escribiste porque te hace reflexionar sobre tus amigos con sus defectos y virtudes que los hacen tan especiales.

Hasta pronto Salvador.

Ángel Vela dijo...

Iteresante texto. Y una bonita forma de pensar.

La verdad es que me gustaría poder pensar de la misma forma, pero no es así. Son muy pocas las personas de las que creo que podía decir algo bueno. Supongo que para mi no es suficiente que la gente no sea dañina, y les exigo lo que considero un minimo.

Tal vez sea una visión un tanto pesimista, pero más allá de que sean buenos o malos, (pensando que lo segundo abunda porque el ser humano es malo por sistema) lo que me parece ver son un montón de sombras grises e insustanciales. Gente que vive por sistema y que se conforma con seguir los canones establecidos por la sociedad. Un rebaño apatico cuya maxima aspiración es tener mucho dinero porque lo asocian directamente con la felicidad.

Por otro lado esto te ayuda a valorar más a los realmente encantadores, y a aferrarte a ellos para no perderlos.

Y bueno pese a conocernos poco más de cuatro charlas y media, eres una de la personas que agrada tener cerca.

Espero que estando cerca de una persona tan positivista como tú, recupere parte de esperanza en el genero humano ;)

Un abrazo. Nos leemos

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