Tal vez nos acomodarnos a conformismo y monotonía persuadidos de que al menos en este estado de semi-letargo el sufrimiento, pese a existir, se torna llevadero.
A veces en la infancia y siempre a las puertas de la edad adulta nos entregamos a la búsqueda, ansiosos de hallar un sendero al que poder acogernos; el cual, desde que plantemos un pie en él habrá de regir nuestros pasos. Y si fielmente lo seguimos, más pronto o más tarde alcanzaremos lo que algunos llaman madurez. Descubriendo con amargura que, sin apenas darnos cuenta, en el camino nos olvidamos de cómo ser felices.
Autor: Ángel Vela (palabras)
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