―¡Delicioso estofado! ―dijo ella―. ¿Qué carne es?
―Lince ―confesó.
―¿Lince? ―sorpresa―. ¿No están en peligro de extinción?
―No, ya no ―sonrío perverso―. Come con tranquilidad y orgullo.
―¿Orgullo? ―apartó el plato asqueada.
―Sí, claro, orgullo ―se encontraba eufórico―. No todos los días puedes comerte el último ejemplar de una especie.
Juan Astral - Habitación 127 2/2
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*Segunda y última entrega de la epopeya existencial de este pícaro moderno…*
Primera parte
Sugerencia musical para la lectura
—Vamos, yo es que ...
Hace 5 años
5 comentarios:
Eso es crueldad, y lo demás son tonterías...
Increíble.
Al final nos comeremos los unos a los otros, por intentar ser únicos en nuestra especie.
Repugnante.
Gracias a todos por los comentarios, no sé hasta qué punto os ha gustado o no, pero lo que si sobreentiendo es que os ha movido los afectos, con eso me doy por satisfecho.
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