miércoles, 29 de abril de 2009

Al sur del cielo

Al sur del cielo hay un erial maldito donde ni siquiera Dios se atreve a entrar. Un inmenso sol rojo sangra su luz sobre el suelo estéril en cuyo seno sólo el polvo crece, y los lamentos de ángeles suicidas que se cortaron la eternidad de un tajo se suman al gemido del viento que cruza la llanura.


Al sur del cielo vive una ballena atrapada en la lágrima de un gigante, y cuando coletea intentando escapar de su prisión llueven sueños falsos sobre el destino de la humanidad. Los hijos del futuro juegan con el barro que se forma, y construyen torres truncadas donde encerrar a sus princesas prometidas.


Al sur del cielo es donde va mi alma cuando llega el invierno al corazón. Dice que allí los recuerdos pesan menos, que el miedo no asusta, que el dolor no se siente. Pero cada vez que regresa luce una cana más en su cabellera, y una arruga más en su rostro, y una pena más en su mirada.


Al sur del cielo no se escucha el llanto de los seres queridos, porque las cosas de los hombres no tienen allí razón de ser. Allí sólo moran los demonios que, cuando la conciencia se distrae, asaltan a los durmientes y se llevan su paz para mercadear con el señor de la nada que sucederá a las edades.


Al sur del cielo, sobre la arena, están trazados una infinidad de rastros, uno por cada hombre que ha sido, es o será. Y dicen que es el destino lo que está allí escrito para cuando llegue el momento de cerrar las cuentas de la creación, allá por el final de los tiempos.


Al sur del cielo le canta un coro de bebés muertos, y la melodía de llantos y gemidos anuncia mil años de penurias para todas las naciones del mundo. La suerte está echada, y vea el que quiera ver, y dibuje en su pensamiento una noche sin luna ni estrellas, negra como boca de lobo, y flotando sobre ella el lamento eterno de los condenados.


Al sur del cielo me llaman. Es un susurro constante que rueda por las paredes, que me persigue por la casa, que me acaricia la voluntad intentando seducirla. Son las sirenas de Ulises las que oigo, desterradas del mito por un dios al que no supieron satisfacer, y ahora prisioneras de su propio encantamiento y su lascivia.


Al sur del cielo miran las tumbas de los ateos y le rezan sus hijos, porque así, llevando sus esperanzas y sus anhelos tras la espalda de Dios, creen que pueden ocultar sus pecados al ojo que todo lo ve.


Al sur del cielo no crece la ilusión, como en el alma del hombre desengañado, ni medra la alegría, como en el seno del resentido; es un lugar oscuro y frío, una entelequia dolorosa, una excusa del lenguaje que usan los tímidos para desnudar su espíritu ante los curiosos y confesarles que se sienten… al sur del cielo.



5 comentarios:

Morti dijo...

Yeahhhh!!!!!!!!! Me ha gustado una barbaridad. En algunos momentos me ha recordado a mi querido "amigo" Leopoldo María Panero. Parece cuna poesía narrada. Y después dices que no te gusta. Eres un ojetillo.
Un abrazo

Sharly dijo...

Al sur del cielo. Ahí es dónde enviarías al que ha pagado a Francoix el premio de este año y aún te debe a tí el del año pasado. Felicidades, espero no desear para nadie ese destino. ;)

Anónimo dijo...

Un saludo

Desde hace unos meses, yo y otros dos amigos, estamos llevando a cabo un proyecto. Dicho proyecto consiste en la elaboración de una comunidad literaria independiente, un rincón en el que cualquiera pueda expresarse y de cualquier forma: relatos, poesía, etc. La idea de la que surgió y de la que aún se sigue sustentando, no es solo esa expresión, anteriormente mencionada, sino el mestizaje: que lo que yo escriba puede servirle a otro de aprendizaje o si más no, pueda aportarle alguna idea y viceversa. Por ello, les invito a todos aquellos que quieran participar en la redacción a que envíen un mail a lagacetademedianoche@gmail.com, citando el correo electrónico de la cuenta blogger, a la que deberá enviarse la invitación.

Atentamente,

El Gato Negro

Ángel Vela dijo...

Está claro que se te da bien todo con lo que te pongas. Un texto con muchisima fuerza visual y muy poetico. Me gustó, y mucho.

Un abrazo. Nos leemos.

Manuel Mije dijo...

Gracias, people. Por mi parte creo que en su día me quedé satisfecho con haber sido capaz de hacer algo para el reto surrealista que yo mismo propuse (creo), y también porque la verdad es que no lo pasé nada mal escribiendo esto (e inspirándome con el South of heaven, todo sea dicho).

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