domingo, 26 de abril de 2009

Lectura pública

El pasado domingo día 19 de abril, en el incomparable marco de la Glorieta de Bécquer, bajo la atenta mirada de las bellas figuras de los tres amores, el pasado, el presente y el futuro, varios grupos literarios y otros autores independientes se dieron cita para rendir un homenaje a la literatura en forma de lectura pública.



A las doce de la tarde, al abrigo del sol, Nerea Riesco dio el pistoletazo de salida al evento hablando de la esencia de la literatura, de que los libros tienen alas con las que hacer volar nuestra imaginación y nuestros sueños mucho más allá de cualquier marco espacial o temporal en el que nos encontremos. A partir de ahí, representantes de los grupos Madeja, Las Personas-Libro, Baratillo, Placa y Sevilla Escribe entre otros, se turnaron en el escenario para desgranar poesías y prosas de creación propia o ajena. Allí estuvieron el picante verso de Quevedo, el sentimiento de Antonio Machado, el ingenio de Cervantes o la rica palabra de García Márquez, tutelando desde el pasado a otras voces nuevas de autores jóvenes o no tan jóvenes que reivindicaron la riqueza de la vida literaria de nuestra ciudad.



Hubo lectura, sí, y declamación pura por parte de Las Personas-Libro que, como émulos de aquellos personajes maravillosos de Fahrenheit 451, han cedido una parte de sí mismos para convertirse en representantes vivos de la palabra. También hubo poesía con música, y poesía cantada, relatos y microrrelatos, y, sobre todo, mucho amor por la literatura y ganas de compartirlo con todos aquellos que allí se dieron cita.



Sevilla Escribe estuvo representada por Rafael de Alba y Ángel Vela que, ya en las postrimerías del evento, y más allá de la hora prevista para su conclusión, debido a que, una vez destapado el tarro de las esencias, la literatura es un torrente incontenible que no entiende de convenciones o compromisos temporales, leyeron, respectivamente, la poesía Desvarío y la carta ¿En verdad crees que me es del todo ajeno?, ganadora del concurso de cartas de amor de Gines 2009.



Sin duda un día para recordar, una fiesta de las letras, una declaración de amor por los libros, y una reivindicación de que en esta ciudad la literatura está viva, de La Giralda al Alamillo, del Barrio de Santa Cruz a Los Remedios, del Postigo a Pino Montano, agazapada tras cada esquina, oculta tras las ventanas, y resguardada del tiempo y el olvido por muchas personas conjuradas para que su voz y su mensaje sean eternos.

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