viernes, 17 de abril de 2009

La Columna OcioZeta-Sevilla Escribe, "El antes y el después de Internet en la vida de un juntaletras"


Bueno pues aquí tenéis mi segunda columna, que escribo alentado por los compañeros del colectivo, puesto que el tema que trata es un poco sobre mi andadura “escritoril” y cómo mi paso por Internet influyó en ella. Espero que de aquí se pueda sacar algo bueno.


De salida comentar que aunque siempre tuve interés por la lectura, aunque fuese compartido con otros tantos, la afición por escribir fue tardía. Por un lado mi ortografía era pésima y tampoco tenía el menor interés en remediarlo. Cosas tales como los acentos y la mayoría de signos de puntuación estaban de más y escribía siempre en mayúscula y con una caligrafía horrible, y esto último no ha cambiado. Supongo que todo esto se vio condicionado a que como no había plazas para estudiar lo que quería me puse a trabajar apenas terminar la EGB, y para lo único que me servía escribir por entonces era para hacer listas de pedidos y poco más.


Otro de los factores que creo me influyó a retrasar el primer paso, es el tipo de lectura que me gusta. Poco antes de empezar, a eso de los veintipocos, mis autores de cabecera solían ser: Dumas, Stevenson, Quevedo, Bécquer, Víctor Hugo, Goethe y algunos más del palo. Por lo que la cosa me infundía muchísimo respeto. Para mí eso era escribir y acercarme me parecía del todo imposible.


Hoy en día quiero pesar que aunque fue debido a un cúmulo de factores, hubo un par de ellos determinantes. El primero fue el reunirme con un grupo de amigos para intentar hacer cortometrajes. Y como ganas había pero no muchas ideas y a mí lo de contar historias no se me daba demasiado mal, pues me convertí en el guionista a falta de alguien mejor. Ya ahí empecé a cogerle el gustillo a la cosa, pero no sería hasta la lectura de Ivanhoe que decidí lanzarme a contar mis historias. La obra de Walter Scott resultó tremendamente evocadora.


No sé si os pasaría, pero uno de las cosas que buscaba era el escribir historias que contuvieran elementos que echaba en falta, aunque con el tiempo descubrí que no era a causa de los libros, sino a mi desconocimiento. Muchas de esas cosas vinieron más tarde de mano de autores que por entonces desconocía.


Al principio emborronaba folios con ideas peregrinas a ratos perdidos, momentos en que uno no sabe muy bien qué hacer. Y al tiempo tomé la determinación de dedicarle la mañana del domingo, o la tarde si ese sábado noche me habían pasado tres pueblos jejeje. El resto de la semana me limitaba a coger ideas o rumiar sobre qué escribiría. Así estuve durante algunos años, confinándome para crear sin compartir el resultado o inquietudes con nadie.


Como alguno ya sabréis empecé con una novela, (algo que no recomiendo) la misma con la que sigo después de un millón de repasos y cambios, (no fue hasta hace relativamente poco que me lancé a escribir relatos). Y salvo por el hecho de que escribir se volvió algo más cotidiano, todo se mantuvo igual hasta que Internet dio pie al cambio y a una considerable mejora.


Al igual que la escritura Internet llegó bastante tarde, y condicionado por el interés de conocer a gente con inquietudes afines (los aparatos eléctricos y yo no nos llevamos bien).


Sin saber cómo empecé a buscar, sin demasiado éxito en los comienzos. Hasta que el 30 de Junio del 2007 me registré en Sedice. Al principio dejé cuatro comentarios y medio y dirigidos mayormente a la búsqueda de sevillanos que escribieran. Días más tarde me enteré de que había una “quedada” en Valencia y sin pensarlo cogí el coche y me encajé allí. Y ciertamente mi concepción en muchos aspectos cambió bastante. Salí de la “quedada” con las pilas nuevas y muchísimas ganas de implicarme más de lleno. La verdad es que todas las tertulias y certámenes a los que fui resultaron muy enriquecedores, aunque también es cierto que en la mayoría de los casos más por los asistentes que por las actividades propuestas. En cualquier caso animo a la gente a que se pase por alguna.


Después de Sedice estuve probando por otros foros, aunque en muchos había poca actividad y en otros, como fueron Ábrete libro y Pasadizo, no llegué a integrarme. Algo más tarde conocí OcioJoven. Un lugar donde no vi demasiados comentarios, pero donde sí se podían encontrar muy buenos textos. Aunque le encontré bastantes pegas. El sitio se me hacía complicado y el hecho de que los textos a mandar tuvieran que ser inéditos y tardaran tanto en salir, unido a que no sabías cuándo te comentaban o si respondían a tus comentarios limitó algo mi paso.


Creo fue por esa época, a raíz de un certamen en Dos Hermanas, que empezó a fraguarse lo de formar un grupo de escritores en Sevilla y se tuvieron los primeros contactos con blog y foros de creación propia.


Desde los comienzos del colectivo aunamos conocimientos sobre páginas de interés literario e intercambiamos textos para corregir. Por entonces descubrí la pagina de Axxon y su taller de escritura, donde mediante buenas explicaciones y ejemplos corregí un buen número de errores, y me familiaricé bastante más con los guiones de dialogo (aunque se sigue teniendo errores, que uno se esmera por tener los textos pulidos y llega el Guybrush de turno y te hace el texto polvo, jeje)


Algún tiempo después varios sevillanos de OcioJoven se unieron al colectivo y la cosa ganó muchos enteros (Era gente que tenía más tablas y de la que se aprendió mucho en poco tiempo). Fue entonces, animado por Canijo y Weiss, cuando empecé con los relatos, algo que me trajo bastantes alegrías, que pienso que me aportó cierta versatilidad y empezó a abrirme los ojos en muchos aspectos.


Mantuve mi paso por Sedice y con algo de orientación por parte de estos compañeros empecé a entrar más asiduamente en OcioJoven, pero aún así seguí buscando sitios. Y como en los comienzos di con muchos portales pequeñitos, donde la participación era escasa o inexistente o había un “buenrollismo” infinito y colgaras lo que colgaras todo era estupendo y fantástico. Lugares estos últimos donde gente que no te conocía de nada te dejaba mensajes del estilo: “Amigo Ángel, tu texto me tocó el alma. Mil abrazos de tu amigo X y que tu pluma te guíe por fértiles senderos”. Y uno se quedaba con la sensación de que se estaba metiendo en una secta o algo por el estilo.


El tiempo pasaba e iba haciendo amistades en los foros, y estás mismas amistades me recomendaban otros foros. Así fue como conocí Fantasía Épica, quizás uno de portales donde mejor cayeron mis textos, y Prosófagos, la única pagina donde la gente entra a corregir por sistema. Una pagina que carece de versatilidad, en el sentido de que más allá de un foro general donde se tocan algunos temas no están más que los textos de los autores, pero donde se aprende muchísimo. El trato es muy agradable y dicho sea de paso sirve de cura de humildad para más de uno (hay dos o tres miembros con una habilidad para encontrar fallos o aconsejar posibles mejoras que te demuestran lo lejos que estás de una posible autosuficiencia correctora). Creo que fue aquí donde me recomendaron la página de “Stilus”, una pagina gratuita que tiene un corrector de textos mucho más completo que el de Word o la de “Wordreference”, que te hace las veces de pagina de la RAE, al tiempo que de diccionario de sinónimos y antónimos y de traductor en varios idiomas.


Con el paso del tiempo el blog de Sevilla Escribe comenzó a asentarse, y por medio de éste y del foro empezamos a conocer escritores de la zona que demostraron interés por participar. Escritores que hoy son compañeros y amigos, y con los que suelo reunirme una vez a la semana. Algo que de seguro no hubiera pasado de no ser Internet.


A los pocos meses de crearse el blog de Sevilla Escribe y algo más suelto con la creación decidí abrirme un blog propio. Como comentaba llevaba años con mi novela y necesitaba saber qué opinión le merecía a la gente. Y por otro lado tenía la convicción de que algo estaba mal y no podía precisar qué. Así que sin terminar, eso sí, registrando lo que tenía, empecé a colgarla por entregas. Y la verdad es que es algo de lo que me alegro, porque me ayudó a darme cuenta de muchas cosas, y por otro lado corroboró varias de las apreciaciones que me hicieron en el colectivo. En especial las de Canijo, que todavía a día de hoy cuando sale el tema me mira con sus ojillos entrecerrados y una sonrisa maliciosa, mientras señalándome con el dedo me dice: “Te lo dije, mamona”.


En resumidas cuentas aprendí que las historias no me las tenía que contar a mí mismo y no dar tantas cosas por sentado. Aprendí que independientemente del estilo los textos tenían que fluir. Aprendí que había que saber mirar al texto de forma global, que este no era una consecución de frases bonitas o biensonantes, y que las frases no eran más hermosas por retorcerlas más. Aunque bien es verdad que a veces la cabra tira al monte y recae en esos errores. Pero por suerte no faltan los que están ahí para aconsejarme, corregirme y animarme. Personas que viven lejos, muchos más allá del charco, pero que gracias a Internet puedo tener cerca. Y todos estos logros y mejoras, y otras tantas que quedan en el tintero, en menos de dos años. Dos años muy intensos, y en los que aprendí mucho más que en todos los anteriores.


Me despido, esperando que al menos las páginas que citó os sean de ayuda, y si recuerdo alguna más ya la añado en mensajes posteriores. Si tenéis algo que opinar o compartir alguna vivencia del estilo creo que es el sitio, y si no tal vez conozcáis alguna pagina de interés que pudierais citar por aquí. Sería una buena manera de echarnos un cable.


No sé vosotros, pero yo creo que eso de que la profesión de escritor es algo solitario pasó a ser cosa del pasado.



2 comentarios:

Manuel Mije dijo...

Me gustó, Tibu, mucho. Me parece especialmente instructiva (yo he sacado más de un enlace que desconicía y que me vendrá de perlas), y además concuerda perfectamente con lo que hablamos que necesitábamos para lo de la Feria del Libro.
Un bonito recorrido por los inicios de un escritor.

Por cierto, estoy totalmente contigo: "eso de que la profesión de escritor es algo solitario pasó a ser cosa del pasado".

Ángel Vela dijo...

Saludos, Canijo.

Pues contento de que gustara. No las tenía todas conmigo, la verdad.

A ver si de aquí a la feria del libros podemos recopilar más enlaces y pasarlos allí.

Un abrazo. Nos leemos.

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