martes, 26 de agosto de 2008

El perfume (Patrick Süskind)


O 'Historia de un asesino', que es el subtítulo de esta obra publicada en 1985, la más célebre de de la limitada produccón literaria de su autor, el alemán Patrick Süskind (Ambach, Baviera, 1949). Jean Baptiste Grenouille es el protagonista de una de las novelas más originales de las últimas décadas, originalidad que nace de la peculiar trama urdida en torno al mundo de los aromas, pero sobre todo del carácter excéntrico de su personaje principal.


Autor: (Alemania, 1949), hijo del escritor expresionista W. E. Süskind, estudió Historia medieval y moderna. Su primera novela, El perfume (1985), le valió inmediata notoriedad mundial. Sus obras giran en torno al aislamiento del individuo en la sociedad, y durante los años 80 colaboró en guiones televisivos. Su primera obra fue un monólogo teatral, El contrabajo (1984), aunque el éxito le llegó con El Perfume (1985), que lo desveló como un gran narrador, novela traducida a más de veinte idiomas.Sus siguientes novelas La Paloma (1988) y La historia del señor Sommer (1991), narración ilustrada con dibujos de Sempé, no tuvieron el éxito de El Perfume. Actualmente vive una vida aislada al lado del lago Starnberger, en su ciudad natal.


Sinopsis: El joven Grenouille, huérfano contrahecho, introvertido y aparentemente escaso de entendimiento, goza de una doble cualidad que lo convierte en un ser monstruoso: la carencia absoluta de olor corporal -factor que limita la 'empatía' capaz de sentir e inspirar entre los demás, que lo rechazan instintivamente-, y un sentido del olfato desarrollado hasta lo sobrehumano, capaz de distinguir los infinitos matices de todos los aromas que exhalan el mundo y sus habitantes. Tras una infancia inhumana y desdichada en el París de mediados del S.XVIII, entra a trabajar como aprendiz de un maestro perfumero, lo que le brinda la oportunidad de desarrollar su potencial olfativo. Es entonces cuando Grenouille se propone 'capturar' los más sublimes aromas, los vahídos de vitalidad, alegría o hermosura emanados no ya de plantas, aceites y esencias, sino de jóvenes doncellas, con cuyo aroma ansía obtener el perfume perfecto, capaz de inspirar en quien lo perciba todas las cualidades inherentes a la belleza y la bondad humanas.


Ediciones: (2002) Editorial Seix Barral, Colección Booket ISBN 9788432216060, 192 páginas, tapa blanda. (2004) Editorial Seix Barral, Colección Booket ISBN 9788432216664, 240 páginas, tapa blanda bolsillo. (2006) Editorial Seix Barral, Colección Booket ISBN 9788432217425, 240 páginas, tapa blanda bolsillo. (2006) Editorial Seix Barral ISBN 9788432228032, 256 páginas, tapa dura. (2007) Editorial Seix Barral, Colección Booket ISBN 9788432217746, 320 páginas, tapa blanda.


Conclusión: Lo más logrado de esta novela -por otra parte, un interesante y pintoresco fresco de la sociedad francesa de su época- son el retrato psicológico, perfectamente coherente dentro de su calidad fantástica, y el mundo interior de Jean Baptiste Grenouille, un protagonista que, a diferencia de los personajes centrales de la mayoría de novelas a las que estamos acostumbrados, resulta odioso y abominable al propio lector. Es así mismo brillante el tratamiento del etéreo mundo de olores que envuelve la historia, y que Süskind consigue evocar en su novela como pocas veces se han visto en la literatura. Un originalísimo libro que no deja indiferente a nadie.



Autor: Ernesto Fernández (Weiss)

Correo electrónico: ernst1976(arroba)hotmail.com

6 comentarios:

Manuel Mije dijo...

Gran novela, sí señor. Recuerdo que la primera vez que la leí fue hace un chorro de años y me dejó absolutamente maravillado, y las lecturas posteriores no fueron menos, lo que dice muchísimo de un libro, al menos según mi opinión. Otro detalle de la novela es que siempre pensé que por su naturaleza sería muy difícil llevarlo a la gran pantalla de una manera mínimamente digna, y que de hecho nadie lo haría. Al final, para mi sorpresa, se hizo una película que también me gustó bastante y que por supuesto recomiendo (eso sí, nunca antes de haberse leído el libro, que eso sería pecado).

En fin, Ernesto, una reseña muy interesante. A ver si te dejas caer con más (ya hay dos más en reserva) que sé que las tienes por ahí escondidas y vienen de lujo como referencias a la hora de elegir próximas lecturas.

Vito Márquez dijo...

Buena reseña, huele a laboratorio de perfumista donde se mezclan aceites esenciales, especias orientales y olorosa grasa de terrible origen humano.

Secundo a canijo: primero hay que leer (disfrutar, oler) el libro y luego la peli... Aunque para mi gusto, pusieron a un prota demasiado guapetón. El frío animal sin olor corporal de la novela es totalemente anodino, solo su olfato es prodigioso.

PD para weiss: ¿No me reconociste el otro día en tu casa, verdad? Je, je. Son las cosas de Internet, conoces más a las personas por su nick que por su cara.

Morti dijo...

Si señor, le tengo un especial cariño a este libro, y tambien a la peli, ademas de por ser muy bueno y contar una historia fascinante, creo que lo tengo en mi repisa de los favoritos porque se hizo el mismo año que yo, jajajaja, somos del 85.
Muy buena reseña.

Un abrazo

francoix dijo...

Bueno, pues tras regresar de las vacaciones me paso por el blog y me encuentro la reseña del perfume sin que entre los comentarios haya alguno disonante.
Pues ahí entro yo. muy bien definida la sociedad francesa del momento, y los lugares y los perfumes, ¿pero a ninguno se le ocurrió tirar el libro por la ventana despues de leer el final? aparte de algunos pasajes más que pesados (digase su largo peregrinaje por el campo). tiene momentos buenos -eso no lo voy a negar- pero el final creo que no remata la novela amén de algunos recortes que debería haber efectuado en la trama.

Manuel Mije dijo...

Vaya, sí que la vimos diferente tú y yo. A mí personalmente me encantó el final, desde la parte de la ejecución-orgía, cuando ya todo se sale de madre, me mantuvo electrizado. Y la parte del campo igual, los fascinantes pasajes del archivo mental de olores, cuando decscubre que falta un olor y que es el suyo, lo del pseudo científico que lo usa como demostración de sus peregrinas teorías... incluso lo eché de menos en la película.

weiss dijo...

El noble científico aquél era un gran personaje, a mí me encantó; me gustó cómo dejaba Süskind la idea en el aire de que el tipo podría seguir hoy por hoy errando por los montes pirenáicos tras hallar su peculiar elixir de la eterna juventud. Pues sí, s mí también me maravilló la destreza del oscuro autor a la hora de escribir una novela en la que el tan olvidado en las artes sentido del olfato es el eje en torno al que toda la trama gira. Un gran mérito, sí señor. Sobre las pelis adaptadas de libros, coincido con Canijo. Son pocos los casos, pero nunca olvidaré lo muchísimo que me encantó el Drácula de Coppola, vista al poco de leerme el fascinante libro de Stoker. Ambos brillantes. Eso sí, de haber visto antes la peli, dudo que hubiese pillado con las mismas ganas la novela. Y Vito, jo, hacía años -pero tela- que no te veía. Luego con el crío y eso, atando cabos, llegué a la conclusión de que aquel tipo era el inefable Vito, jejeje. Hala, pues saludillos :D

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