lunes, 26 de julio de 2010

Aquelarre

Treinta segundos antes de la media noche, la hora de las brujas. Una inmensa luna llena ilumina los cuerpos de dieciocho personas completamente desnudas en los jardines de la Mansión Baulder. Una de ellas, situada en el centro del círculo que las otras forman, sostiene en alto una jarra que contiene una sopa de ginebra, LSD, hongos, opio y cocaína.
–Diablo, Lucifer, Beelzebub, Satán, Belial, Luzbel, te ofrecemos nuestros cuerpos para que los hundas en la lujuria y los saques más fuertes, más poderosos –grita el de la jarra y los demás con él.
El hombre se acerca a sus compañeros uno a uno, y va vertiendo un poco del preciso jugo en las delicadas copas de cristal de Bohemia que todos sostienen en sus manos. Completado el círculo, el portador de la jarra vuelve al centro en invita a los demás a la libación llevando el recipiente a sus labios.
–¡Danzad malditos, danzad! –grita nada más terminar de beber.
Los efectos del líquido se manifiestan casi de inmediato: unos se convulsionan sobre la hierba, otros aúllan a la luna, otros se lanzan lascivos sobre los cuerpos de sus compañeros. Las horas corren frenéticas entre violencia y sexo, dolor y placer, pasiones animales impulsando cuerpos humanos, una cama redonda de bestias abyectas…

A la tarde siguiente, diecisiete de los miembros del prestigioso Club Victoria salen de la Mansión Baulder, sede del club y propiedad de su presidente, el estirado Sir Winston Baulder, Ministro de Educación y Ciencia.



12 comentarios:

David Moreno dijo...

Podríamos decir que las apariencias engañan, o que todo ser humano necesita liberar sus bajas pasiones, aunque sea a escondidas.

Muy bueno.

Un saludo indio

Xuan dijo...

Impresionante la nueva apariencia del blog.

Enhorabuena, también por el micro.

Unknown dijo...

SE, gracia por comentar mi blog de Fragmentos... y mi enhorabuena por este blog tan elaborado y original. Volveré por estos lares para disfrutar de sus posts.

Saludos!

Manuel Mije dijo...

Muchas gracias, señores. Esto era de uno de los ejercicios de micros que hacíamos en la vieja OJ. Qué tiempos aquellos.

Me alegra que te guste la nueva apariencia, Xuan, es bueno saber que los comapeñeros se encuentran bien con él.

Diego García dijo...

lo que vendían según el cartel era basura, no llegamos a llamar, no nos interesaba mucho eso de comprar basura..... jajaja y el pueblo era uno cerca de águilas por aquí por murcia jeje ;)

un saludo, y muy buena esta nueva aparencia del blog así como el contenido!!! :D mucha suerte en el concurso, os apunto!

Diego, sorcios.com

Manuel Mije dijo...

Muchas gracias, Diego. Y bueno, la cosa está en que basura no podía ser, tendría que ser chatarra, o material usado de una fábrica, base militar o lo que sea. Bueno, o eso o que hemos llegado a un punto que ni me imaginaba... no creo, ¿no?...

wersi dijo...

Hola SE, primero agradecerte tu visita a mi página. Veo que te ha gustado lo que has leido de mi amigo Greko, cada semana iré poniendo algunas de las entradas que perdió de su anterior blog. Merece la pena leerlo es un gran pensador.
No puedo comentar nada sobre la apariencia de tu blog ya que es la primera vez que lo visito , pero si te digo que me ha gustado y te seguiré. Un abrazo y gracias

Manuel Mije dijo...

Gracias, wersi. Estaremos por allí a ver qué más se le ocurre a Greko, jeje.

Un saludo.

wersi dijo...

Greko estará unos dias ausente. Vacaciones, ya sabes.
Acabo de leer tu comentario en mi página y veo que la música no te es indiferente, para tu información está una entrada más abajo, supongo que cuando salga de la página de inicio ya no se escuchará. Es de un amiguete mio que todo se lo monta el solito por el ordenador. Toca la guitarra y el se hace las mezclas de voz y todo. Gracias por tu visita.

Manuel Mije dijo...

Pues estaremos pendientes, wersi.

Ángel Vela dijo...

ajajajaja qye bueno.

Está claro que quien más estirado es, más necesidad tiene de romper con eso y hacer el cafre.

Por eso los cafres estamos siempre tan calmados cuando hay que estarlo, ejejeje

Manuel Mije dijo...

Gracias, Ángel. Y bueno, la cosa también está en si de verdad sabemos quiénes son los que nos dirigen, más allá de la fachada...

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