domingo, 19 de octubre de 2008

La ruta de ellos (I)

Habían pasado ocho nueve días desde que llegara exhausto hasta aquella isla tras el naufragio, ya no estaba seguro. Creía que nunca alcanzaría la orilla y cuando sus pies tocaron la arena, se abandonó por fin al vaivén de las olas hasta quedar tirado en la playa donde durmió durante varias horas. Despertó a la caída de la tarde, y desde ese mismo momento tuvo ya siempre la sensación de que alguien le observaba. Recorrió la isla por la linea de costa para regresar al punto de partida antes de que cayera la noche. Había visto en su recorrido circular sobre todo palmeras, infinitas palmeras datileras que por lo pronto garantizarian su sustento. Su periplo en el sentido de la agujas del reloj, parecía no mostrar otro paisaje hasta llegado casi al final, en el qué un pequeño acantilado en la parte norte, le obligó a la ascensión parcial de un ligero cerrillo, necesaria por otro lado para su sorteo. Durante la misma, el cauce de un arrollo que visitaría a la mañana siguiente, le permitió beber abundantemente antes de reemprender el camino hasta llegar al punto de partida.

Así pasó su primera noche y así, los primeros días en la soledad parcial de aquel lugar. Al principio, la sensación de sentir que era vigilado le incomodaba, llegando incluso a producirle temor, pero con el paso de las horas aquello se convirtió en algo tan familiar, que incluso pasaba desapercibido para él. Sabía que no estaba solo pero no había ni rastro de nadie.

A la mañana del tercer día se sorprendió a sí mismo hablando solo, y ya desde ese momento quizá por no sentirse como el único ser en muchas millas a la redonda, quizá porque si alguien le escuchaba, comprobase que no era un tipo peligros, lo hizo todo el tiempo.

Las horas pasaban tan lentas que ahora dudaba sobre el número de jornadas que llevaba perdido en medio de ningún sitio. Conocía ya casi cada palmo de terreno costero y mucho del de monte, por lo cual y por matar un poco el aburrimiento, aquella noche se decidió a subir hasta lo más alto de la isla, aprovechando la plenitud clara de la luna. Buscaría allí un sitio donde dormir y se dispuso para la subida siguiendo el cauce del arrollo,comenzando en el lugar donde solía ir a beber. Coronar la cima no resultó difícil, de manera que una vez allí y aprovechando la maravillosa visión de la bóveda celeste, se tumbó sobre una piedra desde la que se veían todos los contornos de la isla y todos los confines del cielo. Pasado un rato se incorporó y puesto en pie comenzó a escrutarlo todo desde allí. Era en el tramo de playa que venía después del acantilado, estaba seguro. Un par de siluetas oscuras se desplazaban sobre la arena. Si, se desplazaban era una descripción correcta. Como si fueran flotando a ras de suelo, ambas se movían zigzagueando desde el agua hasta el sotobosque y vuelta. No tenía dudas de lo contemplado, sin duda estaban buscando algo, tal vez a él.

C o n t i n u a r á. . .

10 comentarios:

Manuel Mije dijo...

Víctor, para la próxima, déjame mejor el relato preparado para publicar, para que así yo lo pueda integrar dentro del esquema de plazos de publicación y periodicidad más o menos equitativa entre los diferentes autores.
También si eso déjame a mí el rollo de las etiquetas, para que todo quede más claro ordenado por autores y tipos de texto, que si no es un caos.

dijo...

quiero seguir leyendo!!!!
besos

francoix dijo...

A ver si no tardamos en colgar la segunda parte que nos has dejado con la intriga!!!

Víctor González dijo...

Ayer a las 7.30, pasaba por la puerta del horno de la cruz roja buscando aparcamiento y me marché a las 8.10 sin conseguirlo, con lo qué no te puedo preguntar Canijo la forma de hacer todo eso de las programaciones etiquetas etc.
mandame correo por favor.
Saludos.

Manuel Mije dijo...

No te preocupes por eso, tú simplemente deja el texto maquetado o más o menos maquetado, con indicación de si quieres que te busque alguna ilustración o no (o si la tienes tú me la mandas al correo), y ya hago yo lo demás.

Morti dijo...

Bueno habrá que esperar para la verificación del comentario que de momento va por buen camino jajaja, un abrazo Víctor

Víctor González dijo...

Tendrás muy pronto otro Enredada.
Beso creativo.

Víctor González dijo...

A ver si me cuelo en un hueco de lo del reparto de las publicaciones Francoix.
Abrazos.

Víctor González dijo...

Ha despertado la curiosidad verdad Morti? Incluso yo tengo ganas de saber de qué forma continua.
Saludos Morti.

Ángel Vela dijo...

Bueno leida la primera parte, la verdad es que dea con la intriga, en cuanto pueda leo la segunda y te hago un comentario general.


Un abrazo, nos leemos ;)

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