
Hoy
vamos a tratar de extraterrestres, sí, y de abducciones también, quizá la más
aterradora de sus manifestaciones. Estos sucesos, a veces recordados en
sesiones de hipnosis regresiva, o como imágenes que surgen del pasado después
de haber estado perdidas por años, o también echándole un poco de imaginación
al asunto tras una noche de excesos y amnesia, suelen ser achacados a la
paranoia o a cualquier otro error de la mente, algo posible según dicta la
ciencia. Pero qué hay de esas almas sumidas en la angustia, del dolor, de la
sensación de inseguridad, de los desórdenes sexuales derivados según el
tratamiento recibido. Son tres los testigos de esta realidad que tenemos hoy
aquí, tres de esas víctimas, auténticas o no, que vienen a darnos su testimonio.
Y frente a ellos, enarbolando el
pendón de la ciencia y el racionalismo bien entendido, el auténtico, el único e
inigualable, doctor Cabrero, amigo personal y colaborador de estas Crónicas de
lo Despatarrante, que tratará de extraer la verdad y el posible misterio de
estos singulares casos aplicando su novísima teoría de la cura por humillación.