martes, 10 de febrero de 2009

Un gran invento


−¿Un gran invento? ¡Pamplinas! Estos jóvenes de hoy en día, Fernando... créeme: con la cabeza llena de tonterías, siempre perdiendo el tiempo −sentenció Julián, y apuró su vaso de vino. A su derecha, reclinado sobre la barra de la taberna, Fernando asentía con gravedad. Miguel, el tercero de los amigos, sin embargo, discrepaba.

−Tampoco exageres Julián. Yo no creo que sea para preocuparse. El muchacho es joven, y punto. Acuérdate de ti mismo cuando tenías su edad.

−Yo a su edad no perdía el tiempo con esas tonterías. En todo caso corriendo detrás de las mozas −los tres rieron al unísono−. Hasta ahí vale, pero luego bien que cumplía en la tienda desde el alba hasta el anochecer.

−Calla, que todavía me acuerdo de cuando tu padre te sacudía por perderte detrás de la hija del sastre. Pues lo mismo es, andabas pensando en las musarañas, igual que los chicos de ahora. Sólo que ahora además tienen esas cosas con que entretenerse; la técnica avanza, amigos.

−Sí, claro, ¿pero en qué dirección? −apuntó Julián, escéptico−. A mí nunca me ha hecho falta para ganarme la vida más que un par de brazos fuertes y ganas de trabajar.

−Yo es que de eso no entiendo mucho, pero me cuentan que es formidable −recalcaba Miguel−. Imagínate tener acceso a lo que sucede, yo que sé, en el Japón. Conocer otros países, acercar conocimientos... se puede aprender mucho de otras culturas. Y sin moverte de casa. ¿No es genial? −Fernando escupió el hueso de una aceituna sobre el platillo e intervino:

−Sí, si eso está bien. Pero mira a mi Alfonsito: se pasa los días metido en su habitación, absorto con sus chismes hasta la madrugada. Apenas se relaciona con nadie, pero asegura que ahora tiene un montón de nuevos amigos. ¿Y habéis visto cómo viste últimamente? Que es la última moda en Inglaterra, me dice. ¡Se está volviendo loco!

−Tu hijo siempre ha sido un muchacho muy despierto y curioso, simplemente está descubriendo el mundo. Nuevos tiempos, nueva tecnología. Ahora todo está mucho más cerca, es una nueva era para la comunicación.

−Pues yo no veo para qué sirve −repuso de nuevo Julián−. Otro invento extranjero que no vale más que para llenarle la cabeza de historias a los jóvenes.

−Y mi mujer está preocupadísima −añadía Fernando cabizbajo.

−¡Es el progreso, amigos! −sostenía Miguel−. ¿Es que no lo veis?

−¡Cuentos chinos!

−¡Un gran avance!

−Ay, no sé, no sé… −se lamentaba Fernando, mientras hacía un ademán al camarero para pedir otra ronda de vino.


A finales del siglo XV y principios del XVI la técnica de la imprenta se extendió por toda Europa. Los Libros, que hasta entonces habían sido un lujo exclusivo de monasterios y cortes señoriales, pudieron ser accesibles para capas más amplias de la población. En ellos los lectores encontraron fascinantes historias sobre viajes por países remotos, sobre navegantes de nuevos mares, vivieron aventuras caballerescas, historias de amor y odio, pasiones y gestas heroicas, y compartieron conocimientos técnicos de todas las materias: filosofía, geografía, historia, comercio, medicina, ingeniería, arte, botánica, arquitectura... Pero como siempre, a algunos les costaría adaptarse a los nuevos tiempos.



Autor: Ernesto Fernandez

Correo elctronico: ernst1976(arroba)hotmail.com

10 comentarios:

Salvador Navarro dijo...

¡Qué bueno, Ernesto!, vaya cómo te quedas con el personal...

Xanti dijo...

Hay que saber adaptarse a los nuevos tiempos ^^
Buenisima la publicacion !

María (LadyLuna) dijo...

Qué decirte.

Los tiempos cambias, las tecnologías también. A veces demasaido rápido como para que todos puedan asimilarlo y adaptarse a ello.

Muy bueno, como los que pude leerte;)

Un saludo =)

Ángel Vela dijo...

Un texto simpatico. Aunque la foto se carga un poco el efecto.

No te diré que el texto sea malo, porque no lo es, pero está lejos de lo que me tienes acostumbrado.

Un abrazo.

weiss dijo...

Gracias, chicos & chica, por vuestros amables comentarios. Es un textito sin muchas pretensiones, pero creo que resulta simpático. Me alegra que le veáis la punta, jejeje. Nada, que muchas gracias de nuevo y un saludete a tos!

Morti dijo...

Pues sí, te has quedado con todo el personal. Muy bueno. y como me dijo una persona: es muy complicado escribir un texto que es casi entero un diálogo. Un abrazo

Ayla dijo...

Está claro hay que subirse al tren la vida va cambiando, pero las conversaciones de los adultos sobre los jóvenes siempre son igual,quizá la envidia tenga mucho que ver...

francoix dijo...

¿Qué os parece si adoptamos a alfonsito en sevilla escribe? lo mismo encuentra alguna distracción y deja los libros...

Vito Márquez dijo...

Ya lo decía la zarzuela: "Los tiempos avanzan que es una bestialidad"

Manuel Mije dijo...

Tiene su punto, Ernesto. Hay momentos en los que la conversación me parece demasiado actual, que hay un poco de trampa, pero la verdad es que te ha quedado muy bien.

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