miércoles, 24 de septiembre de 2008

Vetustas reliquias del ayer


Aquellas suntuosas representaciones, las cuales estaban dotadas en su mayoría de dudosa credibilidad, encarnan la única manera que tenemos de no dejar atrás el pasado, puesto que una parte importante de los acontecimientos no ha quedado registrada en los libros debido a numerosos factores que hicieron de ellos algo escaso, desvirtuado y superfluo.

Cuando aconteció La Gran Migración fueron abandonadas bibliotecas enteras repletas de libros, que allí permanecerán para no ser leídos, quedando encerrada en ellos la historia de un pasado que hemos perdido inexorablemente. Al igual que la de otros tantos que yacerán para siempre en el mar junto a los tripulantes de aquellos barcos que naufragaron durante tan prolongada travesía.

Por otro lado, al llegar a la nueva tierra y tras la última guerra de sucesión, el analfabetismo comenzó a prodigarse incluso entre la burguesía, llegando a un punto en que prácticamente no sabían de letras más que aquellos que ostentaran un cargo político. El resto, poetas, dramaturgos e historiadores, entre los que yo mismo algún día podría llegar a encontrarme, cayeron bajo el peso de una censura que acabó con la vida que se atesoraba en cientos de volúmenes, uniéndose a ellos las de sus respectivos autores. Solo La Sagrada Orden tiene en su haber alguno de aquellos libros antiguos, además de la compilación de todo lo que aconteció desde la llegada a la isla, estando cada acontecimiento registrado y fechado por un grupo de copistas que, aún hoy, consagran sus vidas a tal propósito.


Ólonam


Autor: Ángel (palabras)

Correo: lanaiel(arroba)hotmail.com

Novela blog: http://angelpalabras.blogspot.com/

9 comentarios:

Manuel Mije dijo...

Éste, Tibu, a diferencia del retrato de Aldebar, no lo veo tanto como un fragento con el que crear un apéndice, sino más bien como una nota personal de detalles que engarzar dentro de la historia de alguna manera, no así de sopetón, sino dejándolos caer poco a poco conforme tengan sitio y vengan a cuento dentro de lo que es la auténtica narración de la novela. Aunque esto, me parece, ya lo hemos hablado alguna vez, así que nada nuevo tengo que aportarte.

weiss dijo...

Buenas, caballero. Ahí va un poco de caña: las suntuosas "representaciones", ¿qué son exactamente? Creo que te refieres a libros, a copias de libros clásicos de la historia antigua de tu peculiar civilización. La cosa es que "representaciones" no me termina de encajar para referirte a eso; lo primero que pensé es que estabas hablando de espectáculos teatrales. Yo mejor pondría "reproducciones", "réplicas", "copias" o algo así...

Otra cosa: como tu mundo es imaginario, vale cualquier cosa que se te ocurra, pero históricamente el analfabetismo ha sido extraordinariamente mayoritario en todos los países y en todas las épocas hasta bien entrado el siglo XIX; podríamos acaso salvar como periodo especialmente luminoso el de la Grecia clásica, que presentaría unas tasas de alfabetización inusualmente altas. Con todo, ésta seguramente no alcanzaría ni el 10% de la población en sus mejores tiempos... O sea, que plantéalo de otra forma, porque en el texto parece entenderse que no mucho tiempo atrás los habitantes de ese país sabían mayoritariamente leer y escribir, y eso, ya te digo, no sucedió hasta muy avanzada la Revolución Industrial en Europa. Luego resulta impensable para un reino medieval.

Vito Márquez dijo...

Como ya te dije en la novela-blog, este fragmento me parece estupendo. Da pinceladas sobre el mundo en el que se desarrollan las historias, y abre puertas a la imaginación del lector.

¡Dan ganas de perderse entre esas pilas de incunables para desvelar los secretos de tu isla!

Personalmente, me trae a la memoria aquel monasterio que visitamos juntos en Praga, ante cuya biblioteca nos quedamos adminados... Aunque cada persona tendrá su imagen ideal de un sitio así.

Ángel Vela dijo...

Para Canijo: pues sí, leido así pierde un poco el sentido incluso, ya veré que hago con él. Si lo meto directamente, o lo pongo en boca de alguien.

Nos leemos;)

Ángel Vela dijo...

¡¡Ese Weiss!!!

Pues eso ya lo hablamos en directo, ya me lo miro, no te falta razón

No vemos;)

Ángel Vela dijo...

Vito me alegra que te guste;)


En cuanto a él monasterio que te viene a la memoria que estuvios, es comprensible. Es el que estuvimos :)

Miré el nombre en una de las muchas postales que compré por allí y encontré alguna fotillo por internet.


Nos seguimos leyendo ;)

Manuel Mije dijo...

Yo más que de meter el texto en sí te hablaba de meter las ideas que aporta, y teniendo también en cuenta el apunte de Ernesto, que me parece muy acertado.

Nogales dijo...

Ostias Tibu, cuando llegué al final y leí Ólonam, entonces caí en la cuenta que era un fragmento de tu novela, je, je.

muy chuli tu mundo y no me odies por mi despiste amiwito...

Ángel Vela dijo...

Al blog de la novela, allí es donde tienes que comentar mamón, jajajajaja


un abrazo ;)

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