lunes, 5 de mayo de 2008

Neuromante (William Gibson)

"El cielo sobre el puerto tenía el color de una pantalla de televisor sintonizado en un canal muerto".

Así comienza la mejor novela de ciencia ficción de las últimas décadas y, con permiso de Asimov, quizás de todos los tiempos. Clásico consagrado e indispensable de un género siempre minoritario y nunca suficientemente reconocido en nuestro país, es por ello por lo que a muchos de ustedes tal vez ni si quiera les suene el título. Háganse no obstante una idea de la magnitud y repercusión de esta obra cuando anoten que el término 'ciberespacio' fue acuñado entre sus líneas por su autor, el norteamericano William Gibson, gurú del movimiento conocido como 'cyberpunk', y verdadero profeta de la revolución digital que vive el mundo del S.XXI.

Escrita en 1983 y publicada en castellano en 1989, 'Neuromante' narra las peripecias de Henry Dorsett Case, una suerte de pirata informático caído en desgracia y rescatado de los bajos fondos por un misterioso agente, representante de oscuros intereses empresariales. La misión que le será encomendada: el asalto de la fortaleza digital en la que una todopoderosa corporación industrial esconde sus secretos más profundos. Para completar su misión, Case contará con la ayuda de un extraño equipo compuesto por una asesina a sueldo (Molly, la 'ciberninja' cuya figura se ha convertido ya en un personaje arquetípico, repetido e imitado si disimulo en el cine fantástico de los noventa y hasta la actualidad), un exmilitar, una especie de mago ilusionista, y el fantasma de un 'vaquero' -pirata- informático como él, conservado en forma de memoria digital.

Neuromante sorprende, más aún hoy con la perspectiva de dos décadas, por lo profético de su contenido, ya que Gibson maneja, con una naturalidad asombrosa, conceptos hoy tan cotidianos como la navegación por Internet, la realidad virtual y el 'ciberespacio', así como elementos de la tecnología informática actual. Su gran mérito, con todo, reside en el hecho de centrar el peso de la historia en la encrucijada de motivaciones y sentimientos profundamente humanos que experimentan los protagonistas, envueltos por un futuro imaginativo y fantástico pero cercano y perfectamente reconocible (los personajes visten jeans y comen pizza, nada de píldoras energéticas, rayos láser ni hombrecillos verdes).

Sobresalientes también el lirismo de su prosa (a la primera línea del libro, y que también lo es de este artículo, me remito como ejemplo), su estética barroca -excesiva en ocasiones, concedo-, y la envolvente atmósfera de decadencia suburbana, factores todos que en conjunto ofrecen como resultado una novela de un extraordinario e insospechado romanticismo (y es que, como no podía ser menos, en el fondo y según se mire, no es más que una historia de amor). De los poquísimos 'peros', señalar que se trata de un libro innegablemente denso, de lectura espesa, quizás no del todo recomendable para los no iniciados en el género, entre cuyas páginas corre uno el riesgo de perderse en la maraña de filigranas que envuelve la historia. Para los amantes de la Ciencia Ficción, y en cualquier caso, de la buena literatura, indispensable.

Autor: Ernesto Fernandez (Weis)

Correo electronico: ernst1976(arroba)hotmail.com

4 comentarios:

francoix dijo...

Despues de leer tu reseña, intentaré coger de nuevo esta novela y pasar de la mitad.
Seguramente me quedé en la densidad que señalas, aunque a mí me pareció que pegaba saltos demasiado brusco.
Le daremos otra oportunidad

Manuel Mije dijo...

Bueno, como ya se habló en la tertulia, yo tampoco la pondría como la mejor de su época, que es decir quizá demasiado, pero sí como una novela especialmente interesante y recomendable; eso sí, espesita lo es con cojones...

weiss dijo...

Espesa, sí señor. A mí, que me fascinó cuando lo descubrí y siempre lo he contado entre mis más preciados tesoros literarios, no me gusta recomendárselo a cualquiera. Cuando gente poco ducha en CiFi me pregunta qué leer del género para ir conociéndolo, no se me ocurre aconsejarles esta novela.

Ángel Vela dijo...

Pues para mi el libro fue una gozada, tanto que me cambió la concepción que tenía de la ciencia ficción por entonces, marcó un antes y un despúés. Y tras acabarlo, le pedía al amigo que me dejó el primero todos los que tuviera, (era chico y no trabajaba aún jajaajaj) y me lei, quemando cromo, y monalisa acelerada justo despues.

UN libros para los que le gusta sumergirse y no quiere que el autor se lo de todo tan masticado.

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